...de odios

Encontre un bar nuevo en la ciudad, bueno, no tanto como que lo haya descubierto la semana pasada o algo así… Fue hace meses atrás, en Diciembre para ser más exactos.
Me gustan los bares, son lugares ideales para tener conversaciones que no se pueden tener en antros donde la música es tan fuerte que ni siquiera puedes escuchar lo que estas pensando.
Este sabado regrese fui con amiguis , y termine llevandolas a este lugar
Después de un par de chelas nos vimos envueltas en una serie de preguntas y respuestas, como si fuese un cuestionario, llenas de preguntas simples como, “Si tuvieras que irte a una isla desierta y sólo pudieras llevarte un artículo, qué llevarías?” seguido por preguntas como: “Quieres por igual a todos tus amigos(as)?”, hasta que llegamos a una pregunta que era: “Quién es la persona a quien más odias?”
No pensé en nadie en particular, y al mismo tiempo sentí como que se esperaba una respuesta de mí, entonces pensé en “ese” a quien por un par de meses, sentí odiarle.(el causante de mis noches de insomnio)
“Entonces quién?” -preguntaron.“A nadie… mmmm…supongo que a “X” - dije.
Y al mismo tiempo que lo dije, me di cuenta que no era así, no le odio, no le detesto… No existe odio en mi…. Me di cuenta que toda esa aversión que sentía por esa persona no era más que mi necesidad de encontrar un culpable a la situación miserable en la que yo sola me metí, a la situación miserable que mis propias decisiones me llevaron.
Que las ocasiones en que me he sentido miserable, no son a causa de otra persona, ni a causa de una entidad omnipresente y todopoderosa, son solo causa de mis decisiones, me he cansado de buscar culpables, no los hay, solo existe una, y es esa que cada mañana me mira fijamente a los ojos mientras me lavo los dientes y me pregunta, “Cómo jodidos le haces para continuar?”
Y la respuesta es siempre la misma…-“Fácil”.