...de las espaldas risueñas.

Justo cuando termine la prepa tenia un amigo, que me gustaba horrores, era en esa epoca el ser mas perfecto para mi, comenzamos a hablarnos y hacer amistad , fui muy muy feliz cuando supe que vivia muy cerca de mi casa, recuerdo que en la ultima fista del año le di un papelito con el telefono de mi casa en color verde migraña que estaba de moda en esos tiempos. En aquellos tiempos, MC Hammer y Technotronic habían puesto de moda este tonito para ciegos.

La suerte hizo que este galan y yo viviéramos a escasas cuadras de distancia, lo que me hizo construir horizontes de ingenuidad, creyendo que el destino estaba de mi lado.

Un dia nos encontramos en el mercado jjjjj, asi como lo oyen Azael, asi se llamaba( lo que no recuerdo es si asi se escribia jjj) me invito a salir Así pues, en la primera cita nos fuimos a plaza universidad y se me ocurrio preguntarle : sus hobbies.

Me he saltado al siguiente párrafo porque, a diferencia de las clásicas respuestas de los hombres de "me gusta antrear" o "me gusta salir con mis amigos", ese niño de ojos miel y pestañas mas chinas que las mias me salió con la única que no anticipé: "Amo ir a correr".

Así que bien alegrota le salí con que yo corría todas las mañanas. (ajjjaaaaaaa) Supuse que sería un "gancho" y un recurso favorable.

"Pilli, hagamos algo...", dijo (mi mente perversa se pintó de rojo pasión). "Ya que nos encanta correr, echemos un café, nos vamos a dormir (pensé que me estaba sugiriendo el sabanazo) y mañana te veo a las 6 AM para correr y medir tus tiempos y mis tiempos". De pronto, se abrió el cielo y salió de entre las nubes una voz que decía: "¡Tómala !".

Bueno, "mis tiempos" no eran de bonanza. Lo máximo que había hecho previamente, en cuanto a movimiento constante de extremidades inferiores se refiere, era rodar 3 pisos por las escaleras en un edificio. Difícilmente mis 6 años en el Basquet me habrían de ayudar porque sumaba al menos 15 meses sin entrenar y ademas en esa epoca ya fumaba.

Pero el amor es el amor y la reverendísima pendejez es la reverendísima pendejez, y más hermoso es cuando estas dos variantes de la vida confluyen en un objetivo: lograr un primer beso. Así que, tirado todo este choro, le contesté a Azael con el entusiasmo de un flamingo en pleno trote: "¡Excelente!"

Al día siguiente, el llego muy mono a las 5:55 AM. Llevaba sudadera, licras!!!!!!! Siii licras!!!!, tobilleras, tenis blancos y esa gorra que le daba efecto muy coquetón.

Esta servidora, en tanto, arribó con sus pants de dormir, acondicionados para el reto sabatino y sin ensayo general. Preparadísima para tragarme los kilómetros del circuito, y por dentro mis músculos igualmente listos para convertirse en espasmos feroces y calambres atroces. Yo pensé: "Cuando acabe esto, el amor empezará a hacer de las suyas". Menuda ingenuidad la que habitaba en mí.

Y, pese al amanecer rojizo y cautivante, que empieza el recorrido de modo brusco en los viveros de coyoacan . Azael se quita la sudadera y... ¡azummmaa!. ¿Por qué me pasa esto antes de arrancar? Ya estaba agitada y todavía no venía la primer zancada. "¿Lista?, ¡a correr!", gritó el de los ojos miel. Y que se empiezan a mover sus licras solitas. Puuum, puum, puum, "¡Vamos niña, no te me atrases!". Y la espalda aquella llena de bolas ,me dejaba sin concentracion. .

Reaccioné y quité los ojos de la espalda sonriente como a los 200 metros. Y eso porque un ciclista en sentido opuesto al mío casi me plancha. Azael me jaló hacia el, pidiendo que no me separara. Y pues... así… imposible negarme.

El trote y la plática compaginaron a la perfección en el inicio, con anécdotas y relatos, con tantos temas brotando que hacían pensar que la pista sería insuficiente para albergar la totalidad de las palabras. Parecíamos conversadores de años, burlones de un mismo tipo de presa y hablantines de cualesquiera síntomas de complicidad. Buen saldo para ser nuestro primer encuentro en los vivieros.

El problema vino como a los 700 metros por una simple razón: toda mujer no deportiva empieza a jadear más pronto de lo esperado. Eso sucedió. Azael platique y platique sin que se le doblara una sola sílaba, y yo empezando a ladear la cabeza. Mejor dicho: todas mis anécdotas empezaron a quedar atrapadas en el jadeo que se tejía en mi esófago

Así pues, los siguientes tramos los recorrí en tinieblas. Mientras el hablaba, yo hacía dominadas con mis pulmones. Un poco más adelante, que se apaga mi turbina derecha, pero bien dicen que se puede subsistir con un pulmón, así que continué como si nada, alejada años luz de mi centro de sinceridad.

De pronto, cuando mi cara estaba morada y mis jadeos eran peores que los de una rumana con dos negros en plena película porno... Azael reconoció en las corredoras de ruta opuesta un rostro familiar, frenó y comenzó con élla una plática de 5 minutos, lo que me hizo elevar mi más adolorido agradecimiento al santísimo cielo. Tiempo suficiente para que yo me perdiera en los arbustos aledaños y me acostara en el pasto con brazos y piernas en forma de "X".

Volví a la acción con mejores pulmones, pero mi "target" me recibió con un latigazo equivalente a correr 20 kilómetros más: "Ya podemos seguir. Era Andrea, una niña que me encanta; andamos saliendo". Se abrió de nuevo el cielo y salió de entre las nubes una voz que decía: "¡Tómala otra vez !".

El amor es el amor y la reverendísima pendejez es la reverendísima pendejez... y todo por lograr un p… beso. En fin.

Benedetti declamó alguna vez: "La muerte es síntoma de que había vida". Yo simplemente diría que el pum pum de una espalda rítmica es síntoma de que había... y mucho. Pero no para mí.

Años después de nuestra última plática, Azael y yo contactamos hace unas semanas vía centro comercial. Ambos ya con hijos , el viviendo en Cuernavaca y yo en la ciudad de la desesperanza, pero con el arbol de navidad mas grande de latinoamerica. Nos saludamos nos dimos nuestros correos ,Ya me escribio lo primero que me preguntó fue: "¿Qué ha sido de tu vida, sigues corriendo?".

Han pasado 10 días. Todavía no le contesto